

El hotel, que se llamaría Es Mirador des Trenc, será 20 hectáreas y estará solo un ámbito corto de la playa. Aunque la construcción del hotel traería capitales, reactivaría empresas constructoras y crearía empleo para la población local, el diputado Antoni Alorda (PSM) cree que el proyecto es “una barbaridad” porque el Gobierno balear no ha quitado la etiqueta de urbanizable al área donde planea a construir el hotel. Para mí, nuestro medio ambiente está en más peligro que nunca, y no podemos darnos el lujo de invertir en el buen desarrollo natural realizado por la preservación del medio ambiente hasta ahora. Por otro lado, el adelanto de la población es el asunto más importante para un gobierno en cualquier país, y entiendo que el Gobierno balear está luchando a encontrar un solución para los polémicas económicas que amenazan al bienestar de su población.
En mi opinión, hay otras soluciones que el gobierno Balear puede emplear para aumentar el numero de empleos en su área, y que este no podría ocurrir en la costa de una de las más bonitas playas en el mundo. No hay muchos sitios completamente protegidos como la playa Es Trenc, y yo creo que un gran hotel en la playa sería una influencia mala, tanto por el medio ambiente como por el turismo en la región. Aunque el consejero Delgado estaba en lo cierto al llamar a la construcción del hotel “una decisión política”, pero la protección del medio ambiente es un asunto político muy importante también, así, una que no podemos olvidar. Tenemos a tomar acción en esto asunto antes de que sea demasiado tarde.
Preguntas
¿Qué debe ser considerado más importante en este dilema, el medio ambiente o la economía, o están ambos factores ya conectados?
¿Cree usted que los beneficios superan los costos de la construcción de un hotel en Playa Es Trenc?
¿Qué papel tiene el gobierno en este caso? ¿Existen otras soluciones para resolver las dificultades económicas en las islas Baleares?
Fuentes:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/01/actualidad/1333302204_511913.html
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/03/actualidad/1333482308_537004.html